martes, 8 de abril de 2014

Encimeras de Inducción

   Las encimeras de inducción es una de las tecnologías (junto con el microondas) mas moderna que usamos en nuestras casas para cocinar. Parece increíble que un circuito que al encenderlo podemos tocarlo sin peligro, pero que sea capaz de generar calor para cocinar si le ponemos un recipiente apto encima.
 
   ¿Como es posible esto?

   Hay que echar la vista atrás. Fue Michael Faraday (científico británico 1791-1867) el primero en enunciar los principios de la inducción gracias a los exaustivos estudios que realizo sobre el electromagnetismo y la electroquímica.
 

 
  Bajo la superficie del cristal vitrocerámico que cubre la encimera, se esconden unas bobinas por las que se hace circular una corriente eléctrica con frecuencia variable. Esta corriente genera un campo magnético con la misma frecuencia que la corriente que atraviesa la bobina, pero no produce ninguna reacción si no está presente un recipiente conductor. Al colocar el recipiente, se cierra el campo magnético generado por la bobina, por lo que se genera calor en la misma base del recipiente.

 
 
   Para que la inducción funcione correctamente, el recipiente que vayamos a usar debe de reunir unas características:

 - Debe tener una buena conductividad eléctrica, que posibilite la creación de corrientes inducidas.
 - Debe tener propiedades ferromagnéticas, ya que gracias a estas es posible la denominada histéresis magnética.

  El campo magnético que se genera en la bobina, puede variarse su frecuencia a voluntad, con lo que conseguiremos generar calor de una forma mucho mas rápida.

  Como con la inducción no generamos calor directo, nos permite poder poner la mano sobre la bobina encendida sin correr peligro de quemarnos (nuestras manos no tienen propiedades ferromagnéticas), por lo que las convierte en la forma mas segura de cocinar. Cuidado de no poner la mano encima del foco usado muy recientemente, ya que entonces si estará caliente debido al calor transmitido por la base del recipiente que hayamos usado para cocinar. Una imagen que para mí refleja claramente que el calor se genera en la base del cacharro que estemos utilizando, es esta:




  Como curiosidad decir que el primer fabricante que sacó al mercado una encimera de inducción al mercado fue De Dietrich en 1978, que a día de hoy es una de las filiales del Grupo Fagor (grupo que en el momento de escribir estas líneas se encuentra en proceso de concurso de acreedores).

  La electricidad que consumimos, también es menor. No utilizamos electricidad para generar calor, si no un campo magnético, que es algo mas fácil desde el punto de vista eléctrico. A continuación te muestro una tabla comparativa de consumos de los distintos tipos de cocción y su tiempo medio:

 
 
   Como puedes observar, la inducción no es solo más eficiente, si no que además es más rápida que cualquier otro tipo de cocción. Además, no tiene calor residual, por lo que si algo desborda durante la cocción, nos será mucho mas fáciles después para limpiar.
 
 
  En resumen, son muchas las ventajas que conllevan las encimeras de inducción:
 
 
 - Mayor eficiencia energética.
 
 - Rapidez de calentamiento.
 
 -  Mayor seguridad.
 
-  Mayor facilidad de limpieza.
 
- Detección automática del recipiente.
 
 
  Nos leemos en próximas entradas
 

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